AVISO

Ésta historia también esta en formato .metroblog.com

http://causeweallfalldown.metroblog.com/

Podeis encontrarla también en fanfiction

http://www.fanfiction.net/s/8882033/1/Cause-we-all-fall-down

Datos personales

Mi foto
Bueno, que os voy a contar. Soy de España, y me encanta Leer y escribir. Tengo subidos historias por Internet. No soy autora de un gran libro, y de nunguna novela, pero algo ronda por ahí. Bueno, que más deciros. He tenido muchas experiencias, unas buenas y otras malas. He tenido mucha gente a mi lado y gracias a eso he sabido ver en personas lo mucho que pueden cuidar de mi y lo mucho que saben ver en mi. Atentamente, Natt.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Capítulo 16


Sé que he dicho que odio poner introducción porque a nadie le importa lo que ponga la tia que escribe esto pero... (yo siempre los leo, que conste- cuando los fics me gustan y conozco a las autorasXD-) Me gustaría que la gente que ha leído mi fics, todos los capítulos y le da a la opinión de abajo, me dijera la opinión del fic o algun comentario...
Creo que tengo puesto como los anónimos puedes comentar, así que, si veis que no podeis, no duédis en poneros en contacto conmigo (@MsNathie) y lo cambio si no es así. Y sino, podeis dejar vuestor comentario con la cuenta que querais y se hace publi y todo^^!


— Ya ha vuelto.

— Sí, se nota. — rio Tom.

Mientras Tom y Dougie se marchaban ellas me enjabonaron y al final acabamos todas en la ducha... Tres tías empapadas hasta los sobacos (porque no me quité la ropa) y llenas de pequeñas manchas de harina por el pelo.

— ¡quieres estarte quieta! ¡Me estas llenando de harina!

— ¡Cállate mujer! — le contesté a voz de grito a Chris. — ¡Con lo bien que nos lo estamos pasando!

Una monitora con la que nos llevábamos especialmente bien entró con varias toallas y papeles.

— Sí es que lo que no te pase a ti... No le pasa a nadie. — murmuró mirando el espejo empañado y negando con la cabeza.

— Ya... — me quejé mientras me secaba con la toalla y ahora sí que me quitaba la ropa y me ponía la toalla. Me sentaron en una silla y sacaron unas tijeras.

— Vamos a cambiarte de look. Te vamos a poner mechas azules y te vamos a hacer...

— Eh! — la corté. — Tranquilidad... Creo que yo tengo que decidir sobre mí...

— No sabes decidir, mejor lo hacemos por ti. — susurró Chris.


— Me encanta. De verdad (imaginaos la cara de *-*)

Dynamite sonaba en los altavoces que nos habíamos apoderado y Chris, en su afán de grabarlo todo, sacó su mini cámara HD Sony y empezó a grabarme.

— Baby, Let’s go! — y me tenéis que ver a mi, con la tela blanca que te ponen para no llenarlo todo de pelos, sobre mi sujetador azul eléctrico que se transparentaba y un pantalón que Ortcher me trajo después de su cita. Ésta por su parte, se reía graciosamente tras de mi. — And It goes on, and on, and on! YEAH. — y movía el pelo de lado a lado, liso, negro y una mecha azul. — I throw my hands up in the air sometimes...

— EOH! — decía Ortcher con una mano en la boca haciendo eco.

Empecé de nuevo a mover la cabeza de lado a lado y me levanté de la silla.

— And on, and on and on.... YEAH.

Y Chris grabando. Siempre.

— SAyiing!

— EYO!

— AMONOS! — grité en andaluz.

Y cogí el micrófono de la ducha y empecé a cantar.

— I'm Gonna Take It All Like, I'm Gonna Be The Last One Standing. —con un movimiento con mis manos, paseándolas por mi cuerpo aún húmedo. Seguí cantando.

— On, and on! — grité.

La monitora empezó a reírse cuando me tiré al suelo y cogí dos mechones rizados y empecé a mecerlos como plumas. Moví la cabeza como solía hacerlo y Chris gritó: ¡DANNY A LA ESPAÑOLA! Bien alto. Empecé a reírme y cogí dos peines como baquetas.

Utilicé el inodoro, la mampara de la ducha, el grifo... todo lo que encontré a mi alcance y allí... allí me los encontré.

— ¿Porque siempre os encuentro cuando hago estupideces? — me empecé a reír.

— No lo sé, pero esta es seguro de mis preferidas. Sobretodo porque vas en ropa interior.

Nunca, seguro, nadie me había visto tan pálida.

Danny, después de ese comentario empezó a reírse como solo él sabia

— Dios... No me acostumbro... Los tengo los cuatro delante de mí y... — dijo Chris embobada mirando a Dougie.

— Dice cuatro pero en realidad solo mira a uno. — reí, dándole algunos golpes en el brazo. — Cuidado que ahora grita... tres, dos...

— No voy a gritar. — se quejó como una niña pequeña y luego hizo un mohín, girándome la cara y cruzando los brazos con la cámara en la mano.

— Chris, — imité a una madre. — estas grabando el suelo. — y me toqué el puente de la nariz.

— Oh, mierda— se quejó mirando la pantalla y tocando cosas.

Tom empezó a reírse y aparecieron algunos susurros por detrás de ellos.

— Oh... — murmuré— aquí están. Creo que mi puño esta recuperado para dar mamporros.

— Tu no vas a dar mamporros a nadie, bonita. — Dijo Ortcher detrás de Tom. — Y vosotros, os vais a ir a lo que tengáis que ir y no os vais a meter más en nuestra vida de concursantes, ¿queda entendido? Y ale... — empezó a empujarles. — arreando antes que me entre el delirio groupie.

Se marcharon riendo pero Tom, dando media vuelta, se encerró en el lavabo con nosotras.

— ¿Nos dejáis un momento? Decid que Tom esta cantando en el jardín del otro lado del estudio a los de afuera.

Ellas asintieron y se les pudo escuchar como empezaban a decir: “A ver, chiquitas, todas para el otro lado que...”

Tom se sentó en el bidé, que por poco se cae, y se apoyó en la pared.

— Hay sitios más cómodos que esos... — me reí negando con la cabeza.

— A Dougie le pareces interesante. — soltó de golpe.

— ¿qué? Perdona... — negué varias veces con la cabeza y parpadeé intentando entender algo. — ¿qué?

— Lo he visto. Se preocupa por ti. Incluso más que yo. No lo sé... Créeme que me parece muy extraño esto también para mí... Es como si sintiera que debe protegerte.

Empecé a andar por el baño.

— Mira, esta noche sube arriba, a veces suelo ir allí y cantar algunas canciones. La puesta de sol es realmente preciosa. Hablamos más tarde.

—Ah, no— le corté el paso. — Ni se te ocurra irte ahora que me sueltas esa bomba. — me apartó con gran facilidad, ya que me sacaba casi dos cabezas de lo baja que era, y siguió su camino. — Que no Tom, joder. — me quejé apoyándome en la pared y metiéndome entre él y la puerta. — Que no me da la gana.

— Te he dicho que luego hablamos.

— Y yo te he dicho que no. ¿Qué no entiendes por qué no quiero más contacto? ¿Tú sabes lo duro que es esto para mí? — me mosqueé

— ¿Y ahora porqué me preguntas eso? Soy una persona como cualquiera. ¿Que sea tu ídolo implica que no me preocupe por ti y que desee tener una amistad contigo?

— Joder, Tom... — me quejé tocándome con los dedos mi frente. Le miré a los ojos y le empujé un poco para mantener la distancia. Comprenderme, estaba en ropa interior y un tío de veintiséis años el cual lo tienes en un pedestal esta a pocos centímetros de ti. Una es mujer y humana y el cuerpo juega malas pasadas. — Es que... eSto no puede ser. ¡¿No te das cuenta que debería ser al revés?! ¡Yo debería reclamar tu amistad! Cosa que deseo, pero... ARG!

Tom negó con la cabeza.

— Espero que madures pronto y te des cuenta que lo único que intenta es conocerte y que no intento meterme en tu vida ni enchufarte ni nada... Lo único que estoy intentando es conocerte, confiar en ti, cosa que me demuestras poco a poco con tu falta de tacto en cuanto a mí. Y ahora, — dijo abriendo el pestillo. — si no te importa, me marcho a tocar la guitarra al otro lado del estudio. Mis fans — palabra que lo dijo con rin tintín. — me esperan.

Abrió la puerta y me dejó ahí, caliente por el cabreo que llevaba, sorprendida por sus palabras y estupefacta por la sospecha de Dougie.


Estaba en mi cuarto, el cual lo compartía con Ortcher, buscando algo que ponerme y dirigirme al salón principal para ver alguna película juntos. Una de las actividades que se hacían en grupo.

— Esto no puede ser... — volví a murmurar, sacando de nuevo otra camisa naranja clara, blanca y azul clarito y poniéndome por encima. — No me ha podido decir eso...

Me había reusado a ir con Tom arriba. Por una parte por que sabía que tenía razón. Era inmadura. Estaba siendo superficial, estaba negado a una persona por la clase social... ¡estaba yendo en contra de mis principios! ¡Y qué que fuera mi ídolo! ¡Eso significa que no podamos hablar tranquilamente!

Por otra parte, no quería saber nada de eso. Cuando me dirigía al salón comunitario par informarnos de la actividad en grupo de esta noche, me encontré con Dougie yendo al mismo sitio y aceleré el paso dejando a Ortcher mirando su móvil estupefacta. No sé como lo dejé a él, porque no le miré.

Si tenía curiosidad, la iba a matar pronto. Y punto.

— ¿Sigues ahí? — preguntó Ortcher saliendo del baño ya con el pelo seco.

— Mira que siempre te quejas del pelo, eh... ¡pero mira que bien te ha quedado y solo te lo has secado! — le dije señalando su reflejo en el espejo.

— No, no, no... — negó con el dedo como una señorita de parvulario. — no me cambies de tema. Ni que fueras a una cita. Ponte una camisa, un pantalón y tus zapatillas y vamos a ver la puta película.

— Sí. — Sí, Ortcher no tenia ni idea de la conversación que Tom y yo habíamos mantenido en el baño. — Señor.

— Mira que bien, ahora me cambias el sexo.

martes, 13 de marzo de 2012

Capítulo 15

— Sí... — y se instaló un silencio en ese cuarto que ahogó todos mis pensamientos. —
En fin... creo que... No sé...

Me encogí y ahogué mis penas silenciosas en lágrimas chillonas, cristalinas bajo la pobre luz de aquella pobre bombilla.

— Chicos, salid, yo me ocupo. — Sugirió Tom. No sé si realmente salieron.

— Tom, me gustaría ser tu amiga, te lo digo en serio, inclusos in conocerte creo que series un frikie como yo y eso mola... Pero eres mi ídolo, y no quiero perder eso, ni mi vida, ni mi método de...

— Natalia. — susurró. Susurró él, mi nombre, en castellano. — Dejaremos las coses tal y como estabas si es lo que deseas.

— No lo deseo. — me miró entre sus marrones y oscuros ojos. — Bueno, quizás un poco... de puertas para fuera, quizás...

— Bueno, pues entonces, eso es lo que se hará.


Paseaba por el camino dos días después de aquel problema. Las miradas de mis compañeros se me clavaban en mi espalda como espadas de la santa inquisición. Pocos se habían quedado a mi lado y muchos todavía hablaban bajo las sábanas sobre mí. Tom estaba en un aula dando una charla sobre lo que fue para él McFly y la cámara seguía grabando. Yo estaba fuera, ya que mi turno había pasado y me empezaba a preguntar porque seguía en el concurso.

Cogí prestada sin permiso una guitarra del estudio y me senté en la hierba de color verde fluorescente bajo mis gafas de sol y el agua del aspersor me humedeció los pies asados por mis bambas de siempre, rotas, estropeadas, pero que aun así servían para andar.

Suspiré alto y fuerte y toqué algunas cuerdas al azar, creando melodías de canciones conocidas como otras que solo existían en mi cabeza.

— you can’t always get what you want— comencé a cantar suave, acariciando las palabras. — But if you…

Me levanté y le hablé al sol.

— Hola. Tú ahí, brillante, como siempre. Sin importar quemar a los guiris... Qué más te da... Y Yo aquí, renunciando a amigos.

Ortcher cada día estaba más pillada de un catalán-irlandés que tocaba el piano y la batería y que vivía, justamente, a dos horas de la universidad de Ortcher. Con coche. Y acabando la carrera. Vamos, el sueño de cualquier mujer. IRONIA.

Joanna seguía con su novio recién conocido en el concurso y Chris intentaba hablar con la cámara para que le diera algunas nociones o trucos, ya que ella estaba estudiando para eso. Más o menos.

Y yo... que no tenía ningún futuro planeado, ni ningún amigo o pareja en quien planear ése futuro...

Cogí la guitarra y me ofrecí voluntaria para salir a comprar, ya que como no hacia estaba oficialmente en el concurso, podría hacerlo. Tras mucho insistir salí a la calle por vez primera tras semanas. El verano no había acabado, y aunque todavía me pareciera increíble que el concurso se alargara más del mes, y siguiera el verano entero como un “campamento”, más me impresionó pisar una mierda de perro en la calle y sonreír.

— Aire puro— susurré con los brazos abiertos y en cada mano las bolsas de la compra.

Andando y andando, llegué a un parque donde los niños jugaban y los hombres recogían
los excrementos de sus perros. Me limpie la bamba en un bordillo y con una hoja y me encaminé de nuevo al estudio. Podría acostumbrarme a esto. Claro que podría.
El susto que me llevé me tiró de culo cuando una gran bola de algo impactó en mi cara, dejándome un sabor a polvo en mi cara y una sensación empalagosa en mi boca.

— ¿Harina?

Era harina y agua... ¡Y huevos! ¡HUEVOS! ¡Me estaban tirando huevos!

Y corriendo con las bolsas de la compra, me tropecé y no me caí. Me enganché en un alambre y me rajé mi camiseta favorita de mi grupo favorito y toda mi ropa interior se vio.

No entendía nada... ¿eran groupies que descargaban su rabia por no estar con su ídolo conmigo? ¿Por qué me habían visto con ellos? ¿Por qué?

Cuando las puertas se abrieron y todos los de la plazoleta en actividades en grupo se giraron para ver a la persona que entraba, mi rodilla ensangrentada (por el hierro ese de la verja, que también hirió mi pierna), mi camiseta hecha girones, mi sujetador al aire y mi look de pecho para arriba de una empanad les tuvo que sorprender.

O quizás mi cara de estupefacción.

— No sé... que ha pasado... Yo simplemente... He pisado una mierda... Y... No lo sé...

Me quedé quieta, con esos ojos rojos mirándome, riéndose en el interior y entonces dos brazos me taparon.

— ¡No sabéis hacer otra cosa!

Y entonces de repente sentí una chaqueta y una olor realmente agradable acogerme y me arropé dentro de ella, y del hombro que me guiaba a un baño.

Era un chico rubio, y Chris, y otro rubio, y Ortcher.

Entonces, supongo que me miraban como si estuviera loca. Quizás estaba en shock.

Mis ojos seguían abiertos, y solo podía murmurara cosas insustanciales, temblando los labios.

— Esta ida. A lo mejor le ha entrado harina o huevo en el celebro.

— Dougie, por favor! Anda, quítale tu chaqueta. — susurró Tom.

— No... — murmuré mirándolo son ojos todavía abiertos. Tengo frio. Quiero sentarme.

El frio suelo de la ducha me hizo dar un respingo y agua caliente empezó a caer por encima de mí. Y ahí desperté.

— JODER! ME HAN TIRADO HARINA! UNAS GROUPIES DE MIERDA! JODER!- lloraba de pura rabia y empecé a pelearme con el agua y el jabón que caía por encima de mi.

— Mierda, mis ojos! Me quejé.

— Salid, — murmuró Ortcher. — Sois chicos, se va a duchar, no deberías estar aquí.

— Oh, sí, que se queden, —ironicé, admirareis un cuerpo escultural.

Y ahí se rompió la tensión que había de antes.