Capitulo super corto y rápido.
Sonará como la típica historia de fans que una va a la cafetería del hotel por la noche y se encuentra a Dougie. Pues no.
No podía dormir, me iban a echar de mi gran oportunidad de transmitir mi sueño, mi pasión, mi esencia, que es la música. Y no, no soy como otra historia de que gracias a McFly se hace famosa.
No.
Yo quiero que mi música llegue lejos por los sentimientos que hay en ella.
En fin, que me desperté, fui con mi linterna, el móvil y el Ipod a beber lo que fuera que se podía beber en la pequeña cafetería que nos tenían como “self-service”. Así que, cuando encontré el interruptor, lo que vi me dejó muerta.
— ¿Ortcher? ¿Qué demonios haces despierta? ¿Y tirada en el suelo?
Sí… era todo un cuadro. Ortcher estaba tumbada con los pies apoyados en un sofá rojo que parecía viejo, pero era nuevo con su almohada en la cabeza y con las gafas de sol puestas.
— Es que estaba llorando y para que no me vieran…
— Ester, — es que este momento se merecía decir su nombre. — estabas a oscuras, y no hay nadie más aquí.
Me lancé hacia ella, dejando las cosas por ahí mientras iba corriendo. Intenté quitarle las gafas, pero ella se empeñó en bajarme el pantalón del pijama.
— ¡Serás guarra! Y me querrá desnudar y todo…
— ¡No chilles! — me instó. — ¡qué la gente duerme aquí, no como tú!
Me rendí cuando me cogió con las piernas y las manos y bufé. Entonces me soltó. Supo que había ganado.
— Maldita pervertida. — murmuré.
Me acerqué a la nevera y cuando di la vuelta al mármol, ese tipo de mármol que tiene una pata y que es alargado, estilo barra de bar para poder comer en la propia mesa. Éste en vez de pata, tenía cajones. Bueno, que cuando dila vuelta me encontré a un Tom escondido y a un Dougie con él.
Lo primero que hice fue rascarme la cabeza. Luego salí corriendo y me escondí detrás de ellos. Es decir, justo detrás de ellos si tenemos en cuanta la barra de bar-mármol de cocina. Y entonces luego volví a salir y pregunté en inglés.
— ¿hay cámaras?
Supongo que uno de los dos negó con la cabeza porque se escuchó un: No te ve imbécil, di que no.
— No.
Entonces, saqué mi cabeza y al girar la “esquina” de la barra, me encontré un primer plano de Tom.
— What the…
— …fuck are you doing here? — dije yo.
Luego me di cuenta que era un poco “rudo” decir tacos así que me tapé la boca y reí sofocadamente.
Luego me dio igual y me empecé a reír… muchísimo. Pero Ortcher vino, con sus gafas puestas, y me tapó la boca. Hizo un: shhhh. Y una señal de esas de: la gente está durmiendo que se hacen con las dos manos unidas por las palmas e inclinas la cabeza sobre ellas.
— ¿Por qué esto parece muy extraño pero viniendo de ti no?
— Te lo resumo— dijo ella. — Vine aquí. ME encontré a Tom y a Dougie cogiendo algo. Después de llorar de los nervios por verles — y señaló las gafas. — me contaron que querían gastar una broma a alguien. Que se aburrían. Que esta noche sí que estarían aquí, pero que las demás no. Ellos no participarán tanto en el proyecto y tal, y tal, y tal…
— Total, — le dije yo.
— que entraste tú con la linterna, y se escondieron de prisa y corriendo.
— Ah…— hice un gesto raro con la cabeza mientras susurraba ese “Ah…”— ¿Y no te resulta esto un poco raro?
— Sí, —me contestó Ortcher. — Nunca me había encontrado esto a estas horas. — los señaló con la barbilla.
Y entonces hablé en inglés.
— Bueno, si me disculpáis, voy a coger algo de beber, quizás una galleta y… me iré a dormir.
Después de hacer todo lo que dije con sus miradas en mi espalda, me paré antes de salir.
— ¿Han gastado ya la broma?
— No. — contestó Ortcher.
Entonces mi mirada lo dijo todo.
— Let’s do it. — y una sonrisa de esas de “licor del Polo”.
Sonará como la típica historia de fans que una va a la cafetería del hotel por la noche y se encuentra a Dougie. Pues no.
No podía dormir, me iban a echar de mi gran oportunidad de transmitir mi sueño, mi pasión, mi esencia, que es la música. Y no, no soy como otra historia de que gracias a McFly se hace famosa.
No.
Yo quiero que mi música llegue lejos por los sentimientos que hay en ella.
En fin, que me desperté, fui con mi linterna, el móvil y el Ipod a beber lo que fuera que se podía beber en la pequeña cafetería que nos tenían como “self-service”. Así que, cuando encontré el interruptor, lo que vi me dejó muerta.
— ¿Ortcher? ¿Qué demonios haces despierta? ¿Y tirada en el suelo?
Sí… era todo un cuadro. Ortcher estaba tumbada con los pies apoyados en un sofá rojo que parecía viejo, pero era nuevo con su almohada en la cabeza y con las gafas de sol puestas.
— Es que estaba llorando y para que no me vieran…
— Ester, — es que este momento se merecía decir su nombre. — estabas a oscuras, y no hay nadie más aquí.
Me lancé hacia ella, dejando las cosas por ahí mientras iba corriendo. Intenté quitarle las gafas, pero ella se empeñó en bajarme el pantalón del pijama.
— ¡Serás guarra! Y me querrá desnudar y todo…
— ¡No chilles! — me instó. — ¡qué la gente duerme aquí, no como tú!
Me rendí cuando me cogió con las piernas y las manos y bufé. Entonces me soltó. Supo que había ganado.
— Maldita pervertida. — murmuré.
Me acerqué a la nevera y cuando di la vuelta al mármol, ese tipo de mármol que tiene una pata y que es alargado, estilo barra de bar para poder comer en la propia mesa. Éste en vez de pata, tenía cajones. Bueno, que cuando dila vuelta me encontré a un Tom escondido y a un Dougie con él.
Lo primero que hice fue rascarme la cabeza. Luego salí corriendo y me escondí detrás de ellos. Es decir, justo detrás de ellos si tenemos en cuanta la barra de bar-mármol de cocina. Y entonces luego volví a salir y pregunté en inglés.
— ¿hay cámaras?
Supongo que uno de los dos negó con la cabeza porque se escuchó un: No te ve imbécil, di que no.
— No.
Entonces, saqué mi cabeza y al girar la “esquina” de la barra, me encontré un primer plano de Tom.
— What the…
— …fuck are you doing here? — dije yo.
Luego me di cuenta que era un poco “rudo” decir tacos así que me tapé la boca y reí sofocadamente.
Luego me dio igual y me empecé a reír… muchísimo. Pero Ortcher vino, con sus gafas puestas, y me tapó la boca. Hizo un: shhhh. Y una señal de esas de: la gente está durmiendo que se hacen con las dos manos unidas por las palmas e inclinas la cabeza sobre ellas.
— ¿Por qué esto parece muy extraño pero viniendo de ti no?
— Te lo resumo— dijo ella. — Vine aquí. ME encontré a Tom y a Dougie cogiendo algo. Después de llorar de los nervios por verles — y señaló las gafas. — me contaron que querían gastar una broma a alguien. Que se aburrían. Que esta noche sí que estarían aquí, pero que las demás no. Ellos no participarán tanto en el proyecto y tal, y tal, y tal…
— Total, — le dije yo.
— que entraste tú con la linterna, y se escondieron de prisa y corriendo.
— Ah…— hice un gesto raro con la cabeza mientras susurraba ese “Ah…”— ¿Y no te resulta esto un poco raro?
— Sí, —me contestó Ortcher. — Nunca me había encontrado esto a estas horas. — los señaló con la barbilla.
Y entonces hablé en inglés.
— Bueno, si me disculpáis, voy a coger algo de beber, quizás una galleta y… me iré a dormir.
Después de hacer todo lo que dije con sus miradas en mi espalda, me paré antes de salir.
— ¿Han gastado ya la broma?
— No. — contestó Ortcher.
Entonces mi mirada lo dijo todo.
— Let’s do it. — y una sonrisa de esas de “licor del Polo”.
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