Bueno, no soy muy aficionada a escribir nada antes de los capítulos, porque como yo también leo historias, a veces paso de lo que dicen... Pero bueno, quería decir que, muchas gracias para las dos personas que leen mi historia, aunque nunca hayan comentado. Muchas gracias a la gente que me da algun indicio de su opinión con la pequeña votación al final de cada capítulo y que... Bueno, muchas gracias por todo. Sé que apenas gente lee el fic y que la poca gente que lo hace directamente leerá el capítulo y cerrará la ventana pero... Si eres una de las pocas personas que lo ha leído, gracias, a tí también.
Bueno…. Y aquí me veis, hablándole delante del espejo de uno de los estudios que nos dejan para las horas libres.
— Vamos manitas. — sí y encima en inglés, pero como veo que hablaré mucho en inglés os lo pongo directamente en nuestra lengua, ¿qué os parece? Y yo voy avisando…— Manita, quiero decir, no te pongas celosa, tonta. — le murmuró a mi otra manita mientras le hago carantoñas. — Puedes hacerlo, ¿vale? Sabes que es lo nuestro. Tú lo sabes…
Fui de nuevo al asiento pero… me caí.
— estúpido sillín con ganas de juerga. — me suavicé el trasero ya que estaba un poco plano tras el culetazo. — La verdad que mira que es bonita esta batería… — dije mientras la acariciaba.
El estudio tenía su encanto. Parecía una sala de ballet, fíjate tú. Con espejos y así puedes verte mientras tocas –que no estaba muy lejos y se veían perfectamente o estaban graduados para verte más- con guitarras acústicas, bajos acústicos… cajas… increíble…
En fin, me quité la venda con cuidado e intenté mover los dedos.
— Me cago en…. — maldije. — ¡¿Por qué?! — grité mientras tiraba una de mis baquetas tan bien decoradas por mí misma que me traje en la maleta. Y la rompí.
— Mierda, lo que me faltaba… sí es que lo que no me pase a mi…— murmuré alto mirando al techo y con las manos en alto.
Fui a mi bolsa y saqué otra baqueta, aunque esta era azul y la pareja de la que había roto era verde. No entera, si no, el refuerzo. Me gustaba llevarlo de colores y con cosas dibujadas…
Intenté pasar la baqueta por los dedos de la mano mala… Y se me cayó.
Y yo me enfadé y empecé a dar patadas al aire. Y a gritar. La cámara estaba insonorizada, al menos eso avisaba en la puerta así que…
Miré al espejo de nuevo y me dije a mi misma:
— Ahora, vas a posar tu culo en el sillín, vas a tocar tan bien que incluso los muertos hablaran y te darán aplausos con sus huesudas manos, ¿Esta claro? — terminé mirando a mi mano.
— Esto es muy infantil. — estaba ya sentada. — Esto no va bien… Ortcher tiene razón, hablarle a la mano no la va a curar…
Me dispuse a comenzar con un ritmo lento. Intenté tocar flojo… pero no era lo mismo. Así que, haciendo caso omiso al dolor de mi mano, empecé a aporrear la batería.
Sí…. Como amaba ese sonido.
Me estaba marcando un solo que incluso me levanté y empecé a dar vueltas sobre mi misma mientras seguía con el ritmo. Incluso empecé a cantar.
— I love Soca! — batería— ¡Me gusta Soca! —batería I love Soca— batería— ¡Me gusta Soca!
Y entonces, no pude reprimirme y me salió mi vena Danny. Empecé a mover la cabeza como él, como yo siempre hacia. Nunca me había dado cuenta de que hacia lo que él, que hablaba como él, que me movía como él, que, incluso, tocaba como él.
Como soy lista y me conozco, quité el PAUSE del reproductor que había en ele estudio con una de mis grabaciones tocando la batería y tocamos las dos “YO’s” la misma canción. Ese solo me salió solo una vez y desde ese momento no he vuelto a hacer otra cosa que tocarlo y tocarlo. Mi mano empezó a hincharse y cada vez me resultaba más y más difícil seguir con el ritmo hasta que al final, tras muchas caras de dolor me tiré al suelo, justo en frente del espejo y empecé a llorar. Sí, a llorar. Y a sujetarme la mano. Y de pronto, unos brazos me levantaron.
Me limpié con medio brazo las lágrimas y… Adivinad a quien me encontré.
— ¿Tom? — pregunté desconcertada. — ¿Por qué esto me parece tan irreal como que yo sea la protagonista de una película?
— ¿Tú eres tonta… O aprendiste de alguien? — me regañó. — Porque de naturaleza es imposible lo tuyo. ¡Harry! — llamó.
Os digo en serio, bueno, esto es raro porque se lo estoy escribiendo a un diario, como ya dije pero… En serio, entendí todo lo que soltó después. Muchos s*** y f*** y demás cosas que incluso me asombré de saberlas hasta en mi propio idioma.
— ¿Tú no sabes que siendo un artista no te puedes forzar? — se quejó Tom. — ¡¡¡HARRY!!!
Me estaba asustando.
De repente, el batería y hombre que sabe despertar a las fieras de buena mañana (véase a las once pe eme) apareció abriendo la puerta a lo película de Hollywood.
— Deberíamos a ver entrado antes…
— ¿qué me estabas… ¡viendo!? — grité ése viendo.
— Hija, eso no es un espejo, bueno sí, pero es un espejo donde detrás está el estudio en sí. — me explicó Danny.
— ¿Pero tú que haces aquí? ¡¿Quieres que me desmaye?! — le grité
— creo que todavía se acuerda del incidente.
— Pues claro, — le recordé a Tom. — Fue la semana pasada, hijo.
Rieron y entonces, ya me llevaron a dentro del estudio ese detrás del espejo.
— Así que —dije yo cuando me tendieron el hielo. — ¿habéis visto mi concierto?
— Sí. Y la verdad, nos ha encantado pe…
—.. ro— interrumpió Harry. — No deberías a ver ni siquiera intentado tocar. ¡Los baterías sabemos que si no nos cuidamos se nos jode para siempre! ¡Y vas tú, y tocas con la mano!
Y señaló teatralmente y tapándose la cara serio.
— Hombre, con el pie no pensaba tocar… Harry. — me reí.
Todos rieron menos Harry.
— En serio, siento romper la magia o como se diga pero… Que soy una fan. No vuestra amiga, ni nada de nada. Sigo estando aquí porque pagué para estar en vuestra web y gané un concurso.
— Ya lo sabemos, pero es que aquella noche nos saltamos también nuestras reglas y confraternizamos con el enemigo. — digo Tom.
— Bueno, y que yo buscaba a estos muermos. — apuntó Danny, afirmando con la cabeza.
Yo los miraba y miraba y los volvía a mirar. Los miraba y no había manera de verlos de diferente manera. Eran mis ídolos, mis famosos y guapos ídolos y no había manera de verlos de otra manera.
— ¿Tengo un moco? — dijo Danny mientras se ponía a pocos centímetros de mí.
Salté del sofá para atrás y me golpeé la cabeza con el sillón. No dije nada, pero daño, me hice.
— No…— le respondí ya mas tranquila. — Una cosa, Danny. Si quieres ver si tienes mocos, mírate en un espejo y no te me pongas en frente de mí. Y la segunda, que también tiene que ver con la primera, no te me pongas tan cerca, que si no me dará algo… ¡Eres mi ídolo! ¡Parece que no lo entiendas!
— Pobrecita…— dijo mientras me abrazaba y me daba golpes en la cabeza y hacia ruiditos para bebes. — todavía no le ha llegado la sangre al cerebro.
Me empecé a reír y luego me quedé quieta.
— Que alguien me diga si Danny me está abrazando…
Entonces se me escapó una pequeñita lágrima…
— Ay…— me quejé, Danny se separó y me aguantó por los hombros…— que me va a salir la vena
groupie…
Y entonces, llegó él.
Fue como si estuviera viendo un video de SuperCity. Entró asomando su cabeza y preguntó:
— ¿Dónde está…? Ah, estas ahí To…— y ahí se calló. Era tan mono.
— ¿qué pasa Doug? — preguntó Harry cogiendo el hielo del suelo… ¿se me había caído? Y… no sé lo que hice porque me perdí. —… y es tonta y empezó a llorar y esa es la historia.
— ¿qué? — moví la cabeza levemente para volver a la Tierra. — ¿Qué me he perdido?
— Pues no sé, — dijo Tom. — pero estas más ahí que aquí. — e hizo un movimiento extraño refiriéndose a otra realidad paralela.
— Bueno, nosotros nos tenemos que ir, pero esperamos verte pronto por ahí. — dijo Harry siendo amable. Supongo que se lo decía a todos sus fans del concurso. — Y cuida esa mano, ¡eh!
— Sí, sí. — le contesté levantándola. — adiós….
Se fueron y yo me levanté. Empecé a andar por el estudio. Miré el teclado y moví algunas cosas.
— ¡eh! — murmuró alguien a mis espaldas y di un salto. — te veo esta noche arriba del todo.
Yo me quedé muerta, ya que nunca un famoso me había dicho eso.
Pasé la tarde en otro mundo y los volví a encontrar mientras grababan una entrevista para SuperCity y les preguntaba si mejor subirlo después de acabar o que los fans también puedan opinar durante el concurso e ir subiendo partes.
En un momento la persona que me había dicho aquello unas horas antes me miró y me sonrió, luego me giré para ver si había alguien y no había nadie. Cuando volví a girar la cabeza nadie me miraba.
Era de noche y había averiguado que, “allí arriba” también se le llama terraza. Así que, estaba yendo hacia allí. Pero antes, Había ido a por un vaso de agua. Encendí algunas luces para saber por dónde iba cuando noté a alguien detrás de mí.
— Qué coño… ¡Joder, qué susto, Peterson!
— Estas muy guapa, ¿no? — su aliento olía a alcohol a cantidad.
— ¿estas borracho? — no debería haber preguntado por qué su apestoso aliento se encerró en mi boca cuando me besó bruscamente. Era evidente, joder — ¡Estate quieto! — le espeté con sus labios sobre los míos.
Llevaba un pantalón corto como pijama y una camiseta de esas que te viene bastante grande.
Aunque aquí, no dormiría sin sujetador. No me fiaba de nadie. Así que debajo llevaba un top.
Me quitó la camiseta de tal manera que no me di cuenta.
— ¡Para ya! — le grité apartándole cuando vi lo que realmente intentaba. — ¡Por dios! ¿Desde cuándo tu estas borracho? ¿De dónde lo has sacado?
— ¡¿Tú también vas a rechazarme?! — me gritó mientras me cogía en brazos y pasaba mis piernas por su cintura con brusquedad.
— ¡No grites! — le chillé bajo. — ¿Se puede saber de qué me hablas? — me empujó contra la pared y me dejó sin aire, provocándome que expulsara todo el aire que tenia de golpe. — Te lo advierto, tú no quieres hacer esto.
— ¿Por qué os empeñáis en que sabéis lo que quiero? ¿No he tenido suficiente en que mi novia me dejara plantado con el anillo de compromiso en la caja? ¿No es suficiente que Johnson me diga que no? ¿Ahora tú también te vas a hacer la estrecha?
— No es mi culpa que tu prometida se diera cuenta de quien realmente eres y que Johnson no este enamorada de ti. Hay más hombres en el mundo que tú. — me molesté. Había bajado sus manos, pero seguía teniéndome prisionera y notaba cierta parte demasiado dura de él.
— venga, ¿tú también estas enamorada de algún gilipollas como Thomson o alguno del grupo de McFly? — empezó a morderme los labios y a babearme el cuello.
— Te he dicho que me dejaras y tú sigues…— le pegué una patada en sus partes y ahora fue él quien se quedó sin aliento.
— ¡Puta!
— Engendro de ramera, lo serás tú. — le espeté. Me golpeó y me rajó el pantalón. Quedándome en ropa interior. Y entonces pasó. Me tocó lo que nunca debería de haberme tocado.
Empecé a gritar y a pensar que esto debía de ser una cruel broma del destino. Era imposible que eso me estuviera pasando a mí.
Intenté dar patadas (algunas las esquivó y otras funcionaron y di en el clavo.) conseguí que me soltara pero me agarró de la cara y me estampó contra el sofá. No soy una blandengue, pero contra un tío musculoso, ¿qué queréis que hiciera? Se tiró encima de mí y empezó a “acariciarme” violentamente mi cuerpo. Y entonces le vi. Aquella silueta.
Y creí que pensaría mal, que se iría y sería otra persona que cree lo que no es de mí.
Pero no.
Él vino.
— Ha dicho que la sueltes. — su voz era un murmullo apenas entendible.
— Oh, joder…— antes de nada me besó y me introdujo la lengua hasta la campanilla, sin exagerar, mientras rebuscaba algo en mi “interior”.
Yo intenté zafarme de sus brazos que aprisionaban mis manos y le di un rodillazo en sus partes.
Otra vez.
Calló aovillado y entonces… pasó lo peor.
— ¿Dougie? — dijo su amigo y compañero de banda. — ¿qué…
Y éste si creyó lo que todos creía. Lo que Cami había dicho que yo vendría a hacer. A tirarme a un famoso.
Doug me había abrazado antes de que cayera al suelo y los dos estábamos en el piso, abrazados, con la cabeza muy junta, tanto que nuestras frentes se tocaron.
— ¿qué pasa Har…
Tom entró y encendió la luz.
Y todo se volvió un jaleo del que yo desconecté desmayándome.
Otra vez.
AVISO
Ésta historia también esta en formato .metroblog.com
http://causeweallfalldown.metroblog.com/
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Podeis encontrarla también en fanfiction
http://www.fanfiction.net/s/8882033/1/Cause-we-all-fall-down
Datos personales

- MsNathie
- Bueno, que os voy a contar. Soy de España, y me encanta Leer y escribir. Tengo subidos historias por Internet. No soy autora de un gran libro, y de nunguna novela, pero algo ronda por ahí. Bueno, que más deciros. He tenido muchas experiencias, unas buenas y otras malas. He tenido mucha gente a mi lado y gracias a eso he sabido ver en personas lo mucho que pueden cuidar de mi y lo mucho que saben ver en mi. Atentamente, Natt.
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