He de avisar que algunas palabras las encontrareis en cursivas porque son tal y como la protagonista las dice, o directamente sin tilde. Ejemplo: mamá, pero si no le pones tilde queda, mama, que es como casi todo el mundo lo dice… y demás palabras que son raras, o que no están escritas bien. Ejemplo: tuper, leedlo literalmente, con la “u” y la “er”.
Después de terminar bachillerato, cuando quedan varias semanas hasta la selectividad, yo le presenté a McFly. A mí me encantaban. Los escuché, me enamoré y luego los vi. Y me enamoré aún más. Tras registrarme en su web, era de esas que veía videos cada dos por tres y que si tenía algún día malo, ponía sus covers o sus acústicos. En uno de esos videos, me salió el típico mensaje que te sale a la derecha de la pantalla con Suddenly a… y era un concurso. Yo cogí mi guitarra, me puse a tocar y gané. La discográfica SUPER RECORDS, había concedido algunos fans y no fans (los fans de McFly, SuperCity se encargaba de seleccionarlos) a pasar una semana en un estudio, aquel en el que grabaron el pasado año, y nos daban la oportunidad de grabar alguna canción. Yo no me lo podía creer como están tan locos como para llevar a tías y tíos en un estudio y darnos la oportunidad de grabar, de tocar de… todo. Así que os podéis imaginar cómo me puse cuando me enteré.
No, no os lo voy a explicar.
Va, que era broma, no os enfadéis.
— No me lo puedo creer. No me lo puedo creer… Oh, mu f***ing god, holy shit, mother of… MY GOOOOOOOOOD. — sí, no me puse a chillar como una poseída fan histérica. Si no que me pude a decir barbaridades en todos los idiomas que sabía, que no eran muchos, pero solo os pongo algunos en inglés… ni siquiera en castellano, porque si no…
— ¡¿Quieres dejar de maldecir?! — gritó mi madre desde la cocina.
— ¡Mamá! ¡Qué me voy a un estudio a grabar! ¡Yo! ¡Tu hija que no hace nada, ésa que solo ve videos y toca la guitarra!
Salí de mi cuarto y empecé a correr como una idiota, ¿no sabéis cómo? sí hombre… La escena mítica de Scary Movie… cuando están hablando en la cafetería y ella sale corriendo después de hablar con su ex que ha pasado la noche en la cárcel… bueno, pues como una tonta, levantando los brazos y todo.
Así que cuando se lo propuse a mi madre contestó:
— No, de ninguna manera.
— Pero, ¡¿por qué?! ¡Si esta todo pagado! — yo le insistí.
— Y ¿qué más me da? Yo tengo que trabajar igualmente hayas ganado o no. Así que yo no voy contigo.
— Jopetas, mamá… — hice morritos.
— Llévate a una amiga tuya, porque yo no voy contigo.
— Esta bien. — acabé diciendo. — pero que sepas que hubiese sido una gran experiencia madre e hija.
— Hija mía, — me cogió del cuello y me acercó a su pecho. Yo me acomode entre sus… boobies. — si yo te quiero, y sé que nos lo pasaríamos genial… pero entiéndeme, tengo que trabajar para costearte esas cosas como el internet, el teclado que se te rompió tirando mi zumo exprimido de la nevera y tu Universidad…
Y cuando entró con el tema de Universidad yo ya me fui y le dije: de acuerdo se lo digo a una amiga, te quiero, mama, ¡adiós! Y me fui en busca de Ortcher.
Cuando le dije que nos íbamos a “X” sitio, a un estudio de ese “X” sitio y que había sido “McFly” quien nos lo había regalado…
— No me lo puedo creer…— dijo como en una nube. Luego empezó a saltar y a chillar y a mirarse al espejo y volver a chillar y saltar y poner música y decirle a la pantalla (bueno al fondo de pantalla de Tom con sus músculos y su tattoo tan sexy) si es que amor mío, esto era el destino.
Y me tenéis que ver a mí, detrás, mirándolo todo desde un punto de vista que intentaba ser tranquilizador, positivo y no chillón… pero fracasé.
La cogí por los hombros y…
— ¡No reacciones como una… arg! ¡Es que como..! ¡ARG! — chillé yo. Ella calló. — Hombre, eso está mejor.
— Mierda…— susurró mirando el siguiente fondo de pantalla. Era Harry con su carita de niño bueno y sin camiseta. Esta tía… ¿por qué tiene fondos de pantalla de los chicos de McFly semidesnudos? Cuando pasó "x" tiempo, el fondo de pantalla volvió a cambiar a una foto de Dougie boca abajo y haciendo una extraña mueca –que yo creía que era la mejor para hacer fotos y no parecer que tuvieras la misma cara en todas las fotos- ella dio signos de vida. — No sé si me dejaran.
Entonces yo me tiré para atrás y caí de espaldas en la cama con aires trágicos y un poco de drama sobreactuado.
— Oh… santo… yo te canto… santo de… mi…— empecé a recitar. Sí, es una canción. — ¿Por qué le haces esto? Dale fuerzas, señor, ¡DAME FUERZAS!
Empezamos a reír y luego hablamos con su madre. Visto que nos íbamos a ir a vivir juntas, y… más cosas que no diré, le dejaron venirse. Sí Ortcher y yo íbamos a viajar a Londres (donde nos había concertado (ese viaje había que pagarlo, era lo malo) y de ahí a… ¡Bélgica! A esos estudios donde ellos estuvieron… y que había remodelado y en una sala súper grande íbamos a dormir veinte personas… de las cuales… ninguno era McFly… ¡qué esperabais! ¡¿Qué iban a dormir con nosotros y se iban a enamorar y todas esas cosas que suelen pasar en los fics?! Pues no, pero eso lo explicaré más adelante. Bueno, os adelanto algo… es que no sé… si a nosotros nos dieron esa sorpresa… creo yo que… Bueno teniendo en cuenta que lo organiza Super Record, Supercity tiene metido hasta el cuello en el programa y… bueno ahí lo dejo.
Tras hacer las maletas, comprarme una funda para la guitarra necesaria para esos viajes (tenía una acolchada pero no me fiaba…) y un par de cosas más. Nos encontrábamos dos horas antes en el aeropuerto de Barcelona.
Ostras, es verdad…
No he dicho de donde somos… Bueno, si he dicho Barcelona… somos de un sitio cercano a Barcelona, muy cerca ya que en menos de media hora esta en Barcelona en metro. En el centro de Barcelona.
Yo no fumo, pero en ese momento me habían venido unas terribles ganas de pedir un piti a un tío buenorro que tenía aires a Doug y que llevaba unos pantalones… y una chaqueta… y…
— Eh… que si quieres te recojo la baba y te la guardo en un tuper para luego. — me susurró Ortcher.
Hice un ruido con la boca algo así como un “Tsss” y le contesté:
— No me vas a negar que el chico no está para aliñarlo, saborearlo, comérselo y luego relamerle los dedos…
— Pero mira que eres superficial.
Yo la miré y luego nos reímos.
— ¡Me la has colado, eh, chica! — ella bromeó.
— Te he asustado, no me digas que no. — ella afirmó todavía riéndose y negando con la cabeza a mi madre que también reía. — A ver, no te voy a decir que guapo no sea, pero no por eso me voy a poner al nivel de aquellas — y señalé a un grupo de chicas hormonadas, de esas pijas que solo buscan un cuerpo, no una persona. — y a tirarme el envoltorio del chicle que se acaba de meter a la boca el tío porque le ha rozado sus labios.
— ¿Te imaginas que viene también con nosotras?
Mi madre se unió a la conversación, aunque no dijo nada todavía. Nos miramos serias.
— Esperemos que no sean groupies y que lo único que busquen es fama, sexo con famosos y esas cosas que hacen esas tías.
Yo me quedé flipando en colores con lo que mi madre soltó. Y bueno, así pasaron las dos horas de espera, hasta que nos tuvimos que separar para embarcar y demás.
— Ay, hija mía, como te voy a echar de menos. — lloriqueó mi madre.
— Mamá, que sí, que te llamaré, y si no, como tengo Internet en el móvil y habrá Wi-Fi porque en esos sitios hay, estaré en contacto siempre. Así que no empieces con: ay, hija, llámame, etc, etc, y otro largo etc.
Todos me miraron.
— ¡Qué lo digo en broma! ¡Cómo te voy a añorar, mami! —lloriqueé.
— Mamá, no es necesario que hagamos un drama como ésta. Lo que ha dicho la de mi lado y demás… Te quiero y te voy a echar mucho de menos. No me llames a no ser que sea muy necesario porque te saldrá muy caro. — y Ortcher se abrazó a su padre y a su madre y a sus hermanos… que son mis novios y mis futuros maridos (hay que decir que son más pequeños que nosotras, pero es que los veis y os los coméis… encima, les gusta McFly y son igualicos a ellos)
Total, que nos fuimos con lágrimas en los ojos y los vimos cómo se marcharon y nos dejaron muertas. Y ahí fue cuando conocimos a nuestro enemigo y diablo: las groupies sin neuronas.— ¡Hombre! ¡Veo que tú también vienes! Yo soy Camila, pero puedes llamarme Cami. Yo también he ganado el concurso. Espero que tengas más salero con los chicos que con ése de ahí. Que si no… te lo robaré ¡eh! — y se rió.
Mejor dejo para otro capítulo lo que pasó y lo que dije y lo que pasará y todas esas cosas… Porque en el estudio pasó algo fuerte… tan fuerte como para hacerme daño en la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario